viernes, 16 de septiembre de 2016

Comparación entre fotógrafos dedicados al retrato y breve reflexión sobre la importancia de Diane Arbus


Comparación entre fotógrafos dedicados al retrato y breve reflexión sobre la importancia de Diane Arbus


El retrato desde la antigua Mesopotamia y hasta la actualidad es un género que ante todo posee un intencionalidad para mi punto de vista, a lo largo de la historia del arte estos propósitos han ido variando, desde aquellos que tenían una función ritual y funeraria en Egipto hasta los retratos conceptuales de Nan Goldin.

La función en un elemento que define muchas de las características del retrato, es decir determina el tratamiento plástico que se le va a dar la persona retratada y a partir de ahí se definen desde los materiales por ejemplo (no es lo mismo un retrato en piedra que uno pintado o uno hecho con alguna técnica fotográfica) hasta la incorporación (o no) de elementos simbólicos, pasando obviamente por la decisión de si el retratado va a ser representado objetivamente o se modificaran algunas de sus cualidades.
Sea cual sea la función social que se le quiera dar al retrato, a lo largo de la historia la característica común que determina a este género es la necesidad de preservación en la memoria de “la persona”.

Con la llegada de la fotografía, la cuestión de la objetividad y la subjetividad parecía en un principio haber quedado resuelta y con ello el tema de retrato hubiera podido terminar bien definido y la “pintura liberada”, como dice Susan Sontag, de tener que forzarse a la representación mimética de un sujeto, pues, dado el desarrollo de este género en el arte, el objetivo de un retrato había tendido a la semejanza absoluta del retratado con su retrato. Sin embargo, conforme se fue ejerciendo la fotografía misma (y con la transformación del arte) y también específicamente el género del retrato una buena cantidad de oportunidades se fueron descubriendo al respecto, el retrato ya no sólo representaba fielmente a una persona y sus cualidades digamos “externas”, si no que también se empezó a tatar de captar elementos como su personalidad, psicología y demás aspectos intangibles, de esta forma las posibilidades del retrato fotográfico se han ido ampliando y es importante señalar que éstas a su vez están muy relacionadas tanto con la definición propia de cada fotógrafo de lo que es la fotografía como del uso que éste le da.

Es altamente probable que para Félix Tournachon, mejor conocido como Nadar, la idea de lo que es la fotografía no fuera la misma que para Julia Margaret Cameron, August Sanders, Cecil Beaton o cualquier otro fotógrafo, es por esto que la idea de lo que es la fotografía determina el tipo de fotografías que  se van a hacer y el tratamiento que se les va a dar.

En Nadar podemos observar por un lado, un tratamiento objetivo del retratado, el uso hasta cierto punto tradicional de la luz, el enfoque y de la técnica en general es preciso porque lo que se quiere es poder observar nítidamente a la persona, ya que es ésta lo que importa en la fotografía y por otro, podemos notar ya la intención de revelar algo más del retratado y de lo que éste es por medio de algunos elementos como las posturas o la vestimenta; sin embargo, este no es un rasgo particular en sus retratos pues estos aún son bastante  documentales.
 
Tanto como no lo son los de Julia Margarte Cameron quien si bien retrata personas estas son un pretexto para ir más allá en la fotografía a través del juego con la técnica y del juego mismo con los retratados por medio de  la construcción de una atmósfera semi fantástica y onírica en la que los sumergía; el hecho de que esta mujer tomara esta clase de decisiones con respecto a su fotografía implica una intención completamente distinta a la que pudo haber tenido Nadar.

Ahora bien, August Sander, puede ser un buen ejemplo del equilibrio entre la representación objetiva y la fantasía o la historia que hay detrás del retratado, pues si bien su fotografía goza de una técnica puntual esta es utilizada totalmente a favor de la expresión de otros elementos más sutiles. Una cuestión que resulta sobresaliente de la obra de este fotógrafo alemán es la selección del tema sobre el cual construyó su trabajo pues esto demuestra una reflexión mucho más compleja acerca de las posibilidades del retrato fotográfico.
En este mismo sentido, otro punto importante sobre su trabajo es que logra entablar un hilo común a todas sus fotografías que no solo es dado por el tema, si no por el tratamiento del retrato en sí: la selección precisa de los retratados y su contexto, la muestra de la particularidad de cada uno de ellos, la cercanía que él tenía con estas personas y la intención de mostrar un estilo de vida dota a la obra de August Sander de un  aura uniforme que logra acercarnos a la esencia de lo cotidiano de aquella sociedad que estaba transformándose.

Por otro lado la obra del fotógrafo de modas Cecil Beaton, quizá puede ser mucho más cercana en algunos sentidos a la de Julia Margaret que a la del precursor del retrato (Nadar) o a la de Sander por ejemplo, pues como Julia, Cecil pone en juego todos los elementos del retrato, desde el encuadre y la luz hasta lo que en lenguaje cinematográfico se conoce como “dirección de arte” y con ello crea y alimenta fantasías (en mucho gracias a su impecable técnica y perfección) que de por sí ya había al rededor de algunas de las celebridades a las que fotografió.
Sobre esta misma línea se encuentran los retratos de Richard Avedon, los cuales, desde mi punto de vista dejan ver una clara influencia de Beaton; sin embargo, en la obra del fotógrafo estadounidense  me parece que el foco esta completamente dirigido hacia la persona como ser reconocido por la sociedad, es decir como una especie de estatua inamovible y digna de idolatrarse, en sus fotografías el exceso de pose y otras cualidades técnicas hace que el retratado pierda credibilidad.

En el lado opuesto de Cecil Barton y de Richard Avedon por supuesto se encuentra Diane Arbus quien es sin duda alguna un parteaguas en el arte del retrato fotográfico y a la cual se le debe mucho del desarrollo actual de este género por su labor como fotógrafa. Pero ¿Porqué es tan importante la obra de Diane Arbus? Mucho se ha debatido respecto a su trabajo y sería banal creer que la diferencia que ella marcó en la fotografía se debe únicamente a que retrato a un sector oscuro, por llamarle de alguna forma, de la sociedad estadounidense; si bien  sus sujetos fotografiados fueron definitivos más lo fue su visión personal de la vida y de la fotografía.
Arrogar luz sobre este grupo de personas peculiares fue más un iluminarse a sí misma que sacar y exponer a toda una parte de la sociedad ignorada; si partimos de esta premisa, la importancia de Diane Arbus reside en que se involucró a ella misma en el retrato de todas estas personas y logró transformar el retrato en una especie de foto de álbum familiar.

Para Diane la experiencia de convivir con estas personas fue lo primordial y la fotografía era tanto un pretexto como el medio que la acercaba a ellos, toda su preconcepción, su filosofía, su idea de lo que “los raros” significaban impregno a tal grado su fotografía que con ello logro más que objetivizar a todas estas personas en sus particularidades simplemente les devolvió su calidad y cualidad de “naturales”, más ante los ojos del espectador de su obra que ante los de ellos mismos.

Por supuesto con la transformación del arte y la sociedad el trabajo de Diane Arbus fue rápidamente absorbido y asumido, quizá en muchos casos, no con la misma humanidad y seriedad con la que ella efectuaba ese estilo de vida y más bien  tal vez el morbo y la moda fue lo que a fin de cuentas hizo popular su obra forjando de esta manera una nueva tendencia estética que permitía lo raro.

En este sentido fotógrafas como Cindy Sherman y Nan Goldin, le deben a Diane Arbus muchas de las características de la fotografía que hacen. En el caso de Sherman lo ridículo (entendido como concepto y no como cualidad estética) en sus retratosasí como la creación de una experiencia en cuanto la búsqueda del retrato de distintas personas en ella misma son elementos que pudieron desarrollarse gracias a los retratos de Arbus y igual forma lo son las cualidades cinematográficas que hay en la obra de Goldin.

 El retrato es sin duda uno de los géneros fotográficos más prolificos no sólo en cuanto a producción si no también en cuanto a búsqueda, las diferencias y similitudes entre los fotógrafos que se han dedicado al retrato son súmamente interesantes pues en ellas se revela la postura del fotógrafo mismo en relación a la fotografía, al retrato como género y por supuesto con respecto a las personas retratadas; en la actualidad las oportunidades sobre esta línea de trabajo parecieran mucho más amplias que en cualquier otro género fotográfico pues la posibilidad que tiene el fotógrafo de definir su intención en el retrato corresponde a muchas de las nociones que construyen el arte actual, de esta forma todavía no se ha agotado la posibilidad de  seguir ahondando en el retrato y a final de cuentas parece interesante ver cómo se seguirán planteando y descubriendo, mediante la fotografía, esas relaciónes sutiles que se establecen entre personas (fotógrafo y retrado) cuando sucede el retrato.

María Vázquez

Referencias:
  • Sontag, Susan. Sobre la fotografía. Penguin Random House Grupo Editorial S.A de C.v, 2016
  • Documental: Masters of photography- Diane Arbus. 1972 : https://youtu.be/Q_0sQI90kYI?list=WL
  • Malcolm Daniel. "Julia Margaret Cameron (1815–1879). "The MET. Octubre, 2004. The Metropolitan Museum of Art.. 16 de Septiembre, 2016 http://www.metmuseum.org/toah/hd/camr/hd_camr.htm. 
  • Malcolm Daniel. "Nadar (1820–1910). "The MET. Octubre, 2004. The Metropolitan Museum of Art.. 16 de Septiembre, 2016 http://www.metmuseum.org/toah/hd/nadr/hd_nadr.htm.  
  • " August Sander German, 1876–1964. "MoMA. . The museum of Modern Art. 14 de Septiembre, 2016 http://www.moma.org/artists/5145?locale=en.




Bibliografía: ·       Sontag, Susan. Sobre la fotografía. Penguin Random House Grupo Editorial, S.A de C.V, 2016

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