Comparación entre fotógrafos dedicados al retrato y breve reflexión sobre la importancia de Diane Arbus
El retrato desde la antigua Mesopotamia y hasta la actualidad es un género que ante todo posee un intencionalidad para mi punto de vista, a lo largo de la historia del arte estos propósitos han ido variando, desde aquellos que tenían una función ritual y funeraria en Egipto hasta los retratos conceptuales de Nan Goldin.
La función en un elemento que
define muchas de las características del retrato, es decir determina el
tratamiento plástico que se le va a dar la persona retratada y a partir de ahí
se definen desde los materiales por ejemplo (no es lo mismo un retrato en
piedra que uno pintado o uno hecho con alguna técnica fotográfica) hasta la
incorporación (o no) de elementos simbólicos, pasando obviamente por la
decisión de si el retratado va a ser representado objetivamente o se modificaran
algunas de sus cualidades.
Sea cual sea la función social
que se le quiera dar al retrato, a lo largo de la historia la característica
común que determina a este género es la necesidad de preservación en la memoria
de “la persona”.
Con la llegada de la fotografía,
la cuestión de la objetividad y la subjetividad parecía en un principio haber
quedado resuelta y con ello el tema de retrato hubiera podido terminar bien definido
y la “pintura liberada”, como dice Susan Sontag, de tener que forzarse a la
representación mimética de un sujeto, pues, dado el desarrollo de este género
en el arte, el objetivo de un retrato había tendido a la semejanza absoluta del
retratado con su retrato. Sin embargo, conforme se fue ejerciendo la fotografía
misma (y con la transformación del arte) y también específicamente el género
del retrato una buena cantidad de oportunidades se fueron descubriendo al
respecto, el retrato ya no sólo representaba fielmente a una persona y sus
cualidades digamos “externas”, si no que también se empezó a tatar de captar elementos
como su personalidad, psicología y demás aspectos intangibles, de esta forma
las posibilidades del retrato fotográfico se han ido ampliando y es importante
señalar que éstas a su vez están muy relacionadas tanto con la definición
propia de cada fotógrafo de lo que es la fotografía como del uso que éste le
da.
Es altamente probable que para Félix
Tournachon, mejor conocido como Nadar, la idea de lo que es la fotografía no
fuera la misma que para Julia Margaret Cameron, August Sanders, Cecil Beaton o cualquier
otro fotógrafo, es por esto que la idea de lo que es la fotografía determina el
tipo de fotografías que se van a hacer y
el tratamiento que se les va a dar.
En Nadar podemos observar por un
lado, un tratamiento objetivo del retratado, el uso hasta cierto punto
tradicional de la luz, el enfoque y de la técnica en general es preciso porque
lo que se quiere es poder observar nítidamente a la persona, ya que es ésta lo
que importa en la fotografía y por otro, podemos notar ya la intención de
revelar algo más del retratado y de lo que éste es por medio de algunos
elementos como las posturas o la vestimenta; sin embargo, este no es un rasgo
particular en sus retratos pues estos aún son bastante documentales.
Tanto como no lo son los de
Julia Margarte Cameron quien si bien retrata personas estas son un pretexto
para ir más allá en la fotografía a través del juego con la técnica y del juego
mismo con los retratados por medio de la
construcción de una atmósfera semi fantástica y onírica en la que los sumergía;
el hecho de que esta mujer tomara esta clase de decisiones con respecto a su
fotografía implica una intención completamente distinta a la que pudo haber
tenido Nadar.
Ahora bien, August Sander, puede
ser un buen ejemplo del equilibrio entre la representación objetiva y la
fantasía o la historia que hay detrás del retratado, pues si bien su fotografía
goza de una técnica puntual esta es utilizada totalmente a favor de la
expresión de otros elementos más sutiles. Una cuestión que resulta
sobresaliente de la obra de este fotógrafo alemán es la selección del tema
sobre el cual construyó su trabajo pues esto demuestra una reflexión mucho más
compleja acerca de las posibilidades del retrato fotográfico.
En este mismo sentido, otro
punto importante sobre su trabajo es que logra entablar un hilo común a todas
sus fotografías que no solo es dado por el tema, si no por el tratamiento del
retrato en sí: la selección precisa de los retratados y su contexto, la muestra
de la particularidad de cada uno de ellos, la cercanía que él tenía con estas
personas y la intención de mostrar un estilo de vida dota a la obra de August
Sander de un aura uniforme que logra
acercarnos a la esencia de lo cotidiano de aquella sociedad que estaba
transformándose.
Por otro lado la obra del
fotógrafo de modas Cecil Beaton, quizá puede ser mucho más cercana en algunos
sentidos a la de Julia Margaret que a la del precursor del retrato (Nadar) o a
la de Sander por ejemplo, pues como Julia, Cecil pone en juego todos los
elementos del retrato, desde el encuadre y la luz hasta lo que en lenguaje
cinematográfico se conoce como “dirección de arte” y con ello crea y alimenta
fantasías (en mucho gracias a su impecable técnica y perfección) que de por sí
ya había al rededor de algunas de las celebridades a las que fotografió.
Sobre esta misma línea se
encuentran los retratos de Richard Avedon, los cuales, desde mi punto de vista
dejan ver una clara influencia de Beaton; sin embargo, en la obra del fotógrafo
estadounidense me parece que el foco
esta completamente dirigido hacia la persona como ser reconocido por la
sociedad, es decir como una especie de estatua inamovible y digna de
idolatrarse, en sus fotografías el exceso de pose y otras cualidades técnicas
hace que el retratado pierda credibilidad.
En el lado opuesto de Cecil
Barton y de Richard Avedon por supuesto se encuentra Diane Arbus quien es sin
duda alguna un parteaguas en el arte del retrato fotográfico y a la cual se le
debe mucho del desarrollo actual de este género por su labor como fotógrafa.
Pero ¿Porqué es tan importante la obra de Diane Arbus? Mucho se ha debatido
respecto a su trabajo y sería banal creer que la diferencia que ella marcó en
la fotografía se debe únicamente a que retrato a un sector oscuro, por llamarle
de alguna forma, de la sociedad estadounidense; si bien sus sujetos fotografiados fueron definitivos
más lo fue su visión personal de la vida y de la fotografía.
Arrogar luz sobre este grupo de
personas peculiares fue más un iluminarse a sí misma que sacar y exponer a toda
una parte de la sociedad ignorada; si partimos de esta premisa, la importancia
de Diane Arbus reside en que se involucró a ella misma en el retrato de todas
estas personas y logró transformar el retrato en una especie de foto de álbum
familiar.
Para Diane la experiencia de convivir
con estas personas fue lo primordial y la fotografía era tanto un pretexto como
el medio que la acercaba a ellos, toda su preconcepción, su filosofía, su idea
de lo que “los raros” significaban impregno a tal grado su fotografía que con
ello logro más que objetivizar a todas estas personas en sus particularidades
simplemente les devolvió su calidad y cualidad de “naturales”, más ante los
ojos del espectador de su obra que ante los de ellos mismos.
Por supuesto con la
transformación del arte y la sociedad el trabajo de Diane Arbus fue rápidamente
absorbido y asumido, quizá en muchos casos, no con la misma humanidad y
seriedad con la que ella efectuaba ese estilo de vida y más bien tal vez el morbo y la moda fue lo que a fin
de cuentas hizo popular su obra forjando de esta manera una nueva tendencia
estética que permitía lo raro.
En este sentido fotógrafas como
Cindy Sherman y Nan Goldin, le deben a Diane Arbus muchas de las
características de la fotografía que hacen. En el caso de Sherman lo ridículo
(entendido como concepto y no como cualidad estética) en sus retratos, así como la creación de una experiencia en
cuanto la búsqueda del retrato de distintas personas en ella misma son
elementos que pudieron desarrollarse gracias a los retratos de Arbus y igual forma lo son las cualidades cinematográficas que hay en la obra de
Goldin.
El retrato es sin duda uno de los géneros fotográficos más prolificos no sólo en cuanto a producción si no también en cuanto a búsqueda, las diferencias y similitudes entre los fotógrafos que se han dedicado al retrato son súmamente interesantes pues en ellas se revela la postura del fotógrafo mismo en relación a la fotografía, al retrato como género y por supuesto con respecto a las personas retratadas; en la actualidad las oportunidades sobre esta línea de trabajo parecieran mucho más amplias que en cualquier otro género fotográfico pues la posibilidad que tiene el fotógrafo de definir su intención en el retrato corresponde a muchas de las nociones que construyen el arte actual, de esta forma todavía no se ha agotado la posibilidad de seguir ahondando en el retrato y a final de cuentas parece interesante ver cómo se seguirán planteando y descubriendo, mediante la fotografía, esas relaciónes sutiles que se establecen entre personas (fotógrafo y retrado) cuando sucede el retrato.
El retrato es sin duda uno de los géneros fotográficos más prolificos no sólo en cuanto a producción si no también en cuanto a búsqueda, las diferencias y similitudes entre los fotógrafos que se han dedicado al retrato son súmamente interesantes pues en ellas se revela la postura del fotógrafo mismo en relación a la fotografía, al retrato como género y por supuesto con respecto a las personas retratadas; en la actualidad las oportunidades sobre esta línea de trabajo parecieran mucho más amplias que en cualquier otro género fotográfico pues la posibilidad que tiene el fotógrafo de definir su intención en el retrato corresponde a muchas de las nociones que construyen el arte actual, de esta forma todavía no se ha agotado la posibilidad de seguir ahondando en el retrato y a final de cuentas parece interesante ver cómo se seguirán planteando y descubriendo, mediante la fotografía, esas relaciónes sutiles que se establecen entre personas (fotógrafo y retrado) cuando sucede el retrato.
María Vázquez
Bibliografía: · Sontag, Susan. Sobre la fotografía. Penguin Random House Grupo Editorial, S.A de C.V, 2016
Referencias:
- Sontag, Susan. Sobre la fotografía. Penguin Random House Grupo Editorial S.A de C.v, 2016
- Documental: Masters of photography- Diane Arbus. 1972 : https://youtu.be/Q_0sQI90kYI?list=WL
- Malcolm Daniel. "Julia Margaret Cameron (1815–1879). "The MET. Octubre, 2004. The Metropolitan Museum of Art.. 16 de Septiembre, 2016 http://www.metmuseum.org/toah/hd/camr/hd_camr.htm.
- Malcolm Daniel. "Nadar (1820–1910). "The MET. Octubre, 2004. The Metropolitan Museum of Art.. 16 de Septiembre, 2016 http://www.metmuseum.org/toah/hd/nadr/hd_nadr.htm.
- " August Sander German, 1876–1964. "MoMA. . The museum of Modern Art. 14 de Septiembre, 2016 http://www.moma.org/artists/5145?locale=en.
Bibliografía: · Sontag, Susan. Sobre la fotografía. Penguin Random House Grupo Editorial, S.A de C.V, 2016
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